domingo, 16 de marzo de 2008

síntesis documento Arango. Profesor Sergio Cabrera



Las competencias comunicativas. Síntesis.

El trabajo introductorio realizado por Carlos Andrés Arango, define el lenguaje como el sistema artículado de símbolos mediante el cual podemos intercambiar ideas y conceptos. En tal sentido – agrega -, el lenguaje, es lo que permite distinguir al hombre de los otros animales.

En su opinión los profesionales deben ser capaces de trasmitir y descifrar mensajes que permitan desarrollar sus labores adecuadamente. Para logar tal fin, estima que las personas deben adquirir competencias comunicativas que pueden y deben mejorarse a través del tiempo, basada en tres componentes básicos: conocimiento, habilidades y actitudes.

Luego, Arango, propone y describe una serie de competencias comunicativas, respecto de las cuales se debe tener conciencia de su existencia para adquirirlas progresiva y constantemente:
a) competencia lingüística, relacionada con la adquisición y desarrollo del lenguaje;
b) competencia paraligüística, elementos adicionales que acompañan al lenguaje y ayudan a complementarlo;
c) competencia pragmática, consistente en las capacidades para convercer y persuadir a los demás;
d) competencia textual, relacionada con la producción y comprensión de textos escritos;
e) competencia quinésica, relativa al lenguaje corporal de la persona;
f) competencia proxémica, habilidad para comunicar a través de las distancias que nos separan de otras personas; y
g) competencia cronética, que es la habilidad para identificar en qué momento decir lo que deseamos comunicar.


Todos estos conceptos, que Arango identifica como “la puesta en escena”, no tienen sentido alguno si no se produce su “puesta en esencia”; es decir, si no permite lograr el encuentro de las personas, el consenso, la construcción del tejido social, de cultura y conocimiento.




Desarrollo.


Después de la lectura de Arango, no cabe sino reflexionar que en su opinión la comunicación es una característica propia del ser humano. Sin embargo, no debemos olvidar que a lo largo de la historia también se han planeado otras tesis tratando de responder una de las tantas preguntas clásicas de la humanidad: qué es lo que nos hace ser verdaderamente humanos. Dos de los postulados más enraizados en nuestra cultura occidental alojan tal respuesta en componentes espirituales, como que es el alma lo que nos distingue de los otros seres, y en raíces más biológicas, al indicar que es la razón o el intelecto lo que nos diferencia del resto.
En mi concepto si el postulado al cual adhiere Arango fuere la respuesta correcta, agregaría que la comunicación al no ser una característica exclusiva del ser humano, por cuanto también es compartida por otras especies, no es suficiente para tenerla como la piedra angular que nos definiría como humanos. En mi concepto y siguiendo esta corriente, lo que nos distingue y nos hace intrínsicamente humanos es la particular forma que tenemos para comunicarnos, la manera de formular nuestras preguntas, cómo sonreímos al saludar, cómo escuchamos a otras personas, la manera de entregarnos en nuestra intimidad, la postura corporal que adoptamos al efectuar un reproche y la forma de pedir ayuda, por mencionar sólo algunos ejemplos.

Esta peculiar forma de comunicarnos exige el uso adecuado de diversas competencias comunicativas en las cuales utilizamos nuestro cuerpo (quinésica, proxémica y cronética) y también el lenguaje (lingüística, paralingüística, pragmática y textual), descritas por Arango. Con ello se concluye que la simple comunicación escrita u oral no es suficiente para comunicarnos efectivamente, al haber un mayor riesgo de inconsistencia entre las palabras que utilizamos (competencia ligüística) y las otras competencias comunicativas.
Si deseamos que nuestra forma de comunicarnos sea relevante y efectiva, debemos hacer un esfuerzo por adquirir y practicar destrezas y habilidades que comprueben una congruencia entre lo que decimos, hacemos y cómo lo hacemos.

1 comentario:

Lester Aliaga Castillo dijo...

Era el Comentario, no más, don Sergio. Igual: 7,0.
Y deje la Síntesis por si entra al blog alguien que no sepa de qué estamos hablando.
Saludos, maestro.