COMENTARIO PERSONAL
Un diseño curricular por competencias comunicativas debería ser la opción educativa que se estructura didácticamente respetando lo que una persona necesita saber, hacer y ser , según las normas de la profesión para la que se está formando, atendiendo a su preparación para la vida, pues se busca formar personas. Sólo cuando el saber, el saber hacer y el querer hacer se encuentran equilibrados se puede esperar un profesional con un desarrollo satisfactorio en su pensar, hacer y sentir. Sólo cuando esto se de se puede hablar de un profesional competente. Se necesitan los tres componentes, de lo contrario hay desequilibrio.
La imagen de un trabajo “para toda la vida” en una misma empresa es progresivamente parte del pasado. En todo el mundo, la rotación, la movilidad laboral, se torna una característica muy común, tanto en cantidad de veces en que se cambia de empleo como la rapidez con que ocurre el fenómeno.
En este nuevo escenario en que se presenta la realidad laboral, el sistema educacional y de capacitación se ve obligado a concebir programas de formación que desarrollen competencias más genéricas que aquellas específicas enseñadas antiguamente y que estaban asociadas a un empleo en especial, incorporando una nueva dimensión en el diseño curricular de los programas, dirigidas especialmente a los jóvenes antes de su ingreso al mundo laboral, por cuanto ellos habrán de vivir más fuertemente el cambiante nuevo entorno laboral.
Las competencias comunicativas son esas formas mediante las cuales las personas pueden establecer interacciones con otras personas y con su entorno, partiendo de un previo conocimiento de su ser. Estas competencias se adquieren mediante la incursión de las personas en los ámbitos familiares, escolares, sociales e institucionales. Sería difícil imaginar a una persona en búsqueda de trabajo sin tener arraigadas este tipo de competencias para poder interactuar con el resto de las personas. He aquí la clave para resolver los problemas de nuestra sociedad actual, la cual es poco tolerante, posee un miedo terrible al fracaso, a la cesantía, al quedarse solo por su falta de socialización.
Un diseño curricular por competencias comunicativas debería ser la opción educativa que se estructura didácticamente respetando lo que una persona necesita saber, hacer y ser , según las normas de la profesión para la que se está formando, atendiendo a su preparación para la vida, pues se busca formar personas. Sólo cuando el saber, el saber hacer y el querer hacer se encuentran equilibrados se puede esperar un profesional con un desarrollo satisfactorio en su pensar, hacer y sentir. Sólo cuando esto se de se puede hablar de un profesional competente. Se necesitan los tres componentes, de lo contrario hay desequilibrio.
La imagen de un trabajo “para toda la vida” en una misma empresa es progresivamente parte del pasado. En todo el mundo, la rotación, la movilidad laboral, se torna una característica muy común, tanto en cantidad de veces en que se cambia de empleo como la rapidez con que ocurre el fenómeno.
En este nuevo escenario en que se presenta la realidad laboral, el sistema educacional y de capacitación se ve obligado a concebir programas de formación que desarrollen competencias más genéricas que aquellas específicas enseñadas antiguamente y que estaban asociadas a un empleo en especial, incorporando una nueva dimensión en el diseño curricular de los programas, dirigidas especialmente a los jóvenes antes de su ingreso al mundo laboral, por cuanto ellos habrán de vivir más fuertemente el cambiante nuevo entorno laboral.
Las competencias comunicativas son esas formas mediante las cuales las personas pueden establecer interacciones con otras personas y con su entorno, partiendo de un previo conocimiento de su ser. Estas competencias se adquieren mediante la incursión de las personas en los ámbitos familiares, escolares, sociales e institucionales. Sería difícil imaginar a una persona en búsqueda de trabajo sin tener arraigadas este tipo de competencias para poder interactuar con el resto de las personas. He aquí la clave para resolver los problemas de nuestra sociedad actual, la cual es poco tolerante, posee un miedo terrible al fracaso, a la cesantía, al quedarse solo por su falta de socialización.
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